Capítulo VI

El capítulo VI inicia con Winston en “el nogal”, el lugar estaba vacío , Winston estaba bebiendo ginebra mientras escuchaba la música de la telepantalla y esperaba a que se diera el comunicado del ministerio de la paz respecto a las noticias del frente africano, Un camarero le trajo un tablero de ajedrez y el Diario que correspondía a aquel día, en la telepantalla se interrumpió la música y sonó una voz, Winston levantó la cabeza para escuchar, Pero no era un comunicado del frente de guerra ; sólo un breve anuncio del Ministerio de la Abundancia sobre un importante comunicado que darían a las quince treinta. A Winston le latió el corazón con más rapidez ya que seguramente sería el comunicado del frente; su instinto le dijo que habría malas noticias, Sentía una mezcla de sentimientos, empezó a vagar en sus pensamientos y pensó en O’Brien y en Julia, Winston recordó la ultima vez que la había visto y hablado con ella. se habían encontrado por casualidad. Fue en el Parque, Julia no le había dirigido la palabra ni la vista como si tratara de librarse de él, y luego pareció resignarse a llevarlo a su lado. llegaron bajo unos arbustos pelados allí se detuvieron. No había telepantallas, No intentó besarla ni hablaron. Mientras caminaban juntos por el césped, Julia lo miro a la cara por primera vez rápidamente con una mirada llena de desprecio, asco y de repugnancia y se sentaron en dos sillas de hierro que habían, hablaron poco y mencionaron su que se habían traicionado y sobre sus pensamientos del porque lo hicieron legando a la conclusión que sólo importa entonces uno mismo, después de eso Julia debía coger el Metro y se levantó para marcharse , los pensamientos de Winston se interrumpieron por un suave cambio que ocurrió en la música de la telepantalla pero siguiendo sus pensamientos se dijo “yo te vendí y tú me vendiste”. Actualmente en la vida de Winston La ginebra se había convertido en su vida, su muerte y se pasaba todo el tiempo en El Nogal. Nadie se preocupaba de lo que hiciera, no le despertaba ningún silbato ni le dirigía advertencias la telepantalla. En el trabajo Había sido nombrado miembro de un subcomité. De la nada La telepantalla cambio de música. Winston se empezó a imaginar el frente de la guerra y Sin quererlo, le flotó en la memoria un recuerdo de su madre, recordó los momentos de aquel día de su niñez hasta que un agudo trompetazo perforó el aire, era el comunicado diciendo que habían ganado la guerra y ahora controlaban toda África. Winston estaba feliz y miró el retrato de Gran Hermano. Se quedó mirando el rostro enorme, la pelea había terminado y amaba al Gran Hermano.

C. M.