RESUMEN CAPÍTULO 1:

Winston Smith es un solitario hombre de 39 años, y se dirige a su departamento que se encuentra en un Londres destruido por la guerra, de aspecto frío y gris. Los únicos colores que pueden distinguirse son los de afiches y letreros pegados por toda la ciudad que tienen impresos la cara de un hombre con mirada insistente y penetrante. Es el EL GRAN HERMANO y siempre está vigilando a todos. El partido cuenta con telepantallas por dónde ellos pueden escuchar todo lo que se dice y ver todo lo que se hace.

Al llegar a su piso Winston no tiene nada para almorzar, así que decide escribir en un diario que compró "ilegalmente" hace un par de días para poder desahogarse hasta que la policía del pensamiento lo encuentre y lo mate, pues tiene algunas diferencias con el partido. Mientras escribe, algunos episodios de su trabajo llegan a su mente, dónde relata la existencia de una jornada diaria llamada "los dos minutos de odio" que consiste en una propaganda dónde se muestra a uno de los líderes opositores del partido y sus seguidores. Se llama Emmanuel Goldstein, es un traidor, un ex-representante del partido, que se había dedicado a actividades contrarrevolucionarias, había sido condenado a muerte y se había escapado misteriosamente. La propaganda que muestran en la sala provoca reacciones de odio involuntarias en Winston y al terminar se muestra el slogan del partido: LA GUERRA ES LA PAZ, LA LIBERTAD ES LA ESCLAVITUD, LA IGNORANCIA ES LA FUERZA. Se apaga la pantalla y Winston percibe la mirada de su compañero. Algo le dice que que OʹBrien pensaba lo mismo que él. Un inconfundible mensaje se había cruzado entre ellos, pero la mirada fue tan fugaz que nunca llegó a estar seguro.

Cuando termina de escribir tocan la puerta.

Lectura personal: del primer capítulo podemos evidenciar que se trata de una novela de ciencia ficción porque presenta consecuencias de logros científicos hipotéticos, por ejemplo, las telepantallas que utiliza el gobierno y la propaganda que se muestra reiteradamente para controlar a la población. EL GRAN HERMANO puede compararse con dictadores ya estudiados cómo Hitler, debido a que se presentan características propias del totalitarismo.